En Entrevistas

 

Leticia Riaguas ocupa el puesto de responsable de la operativa de los proyectos I+D+I de Oviaragón, entidad coordinadora de los proyectos de cooperación ‘Control ambiental en explotaciones de ovino de carne: reducción de gases efecto invernadero, mejora del bienestar animal y revalorización de subproductos’. Proyecto a través del cual fomentan la economía circular y reducen el impacto medioambiental de la ganadería ovina.

¿De qué formas contamina al medioambiente la ganadería ovina?

Como cualquier actividad humana, tiene una repercusión sobre el medio ambiente ya sea por la utilización de sus recursos, por el desarrollo de la propia actividad o por la gestión de sus emisiones.

El impacto negativo en el medio ambiente puede venir dado, por ejemplo, por la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera (metano, óxido nitroso etc.) como resultado de la fermentación entérica de los rumiantes y por la gestión de las camas de ganado y de los estiércoles.

Las condiciones ambientales también influyen en el bienestar animal ¿por qué? 

Tanto el bienestar animal como los índices productivos están directamente relacionados con las condiciones ambientales de los alojamientos ganaderos. Las explotaciones ganaderas deben ser económicamente rentables y, a su vez, garantizar un adecuado bienestar animal y evitar impactos negativos en el medio ambiente. 

¿Cómo se garantiza el bienestar animal?

Va ligado a unas condiciones de vida adecuadas, a una correcta alimentación y a unas condiciones higiénicas y de habitabilidad óptimas que se traducirán en un menor número de enfermedades y bajas, es decir, en una mayor rentabilidad de la explotación.

Por otro lado, los principales parámetros ambientales que condicionan el bienestar animal dentro de un alojamiento de ganado ovino son la concentración de gases nocivos, la temperatura, la humedad ambiental y la densidad ganadera. 

¿En qué consiste el proyecto de cooperación?

El objetivo general del proyecto OVICA, ligado a explotaciones de ovino de carne, es la mejora de las condiciones ambientales y la reducción de la emisión de GEI procedentes de sus alojamientos, mediante el manejo y la selección de camas adecuadas y el establecimiento de condiciones de ventilación idóneas, acciones que mejoran el bienestar animal.  Además, se pretende revalorizar el residuo generado en las camas para su utilización como abono orgánico.

¿Cuáles son sus líneas de actuación?

Durante el desarrollo de este proyecto se plantean tres líneas de trabajo. La primera, analizar diferentes tipologías de camas y su manejo para garantizar unas condiciones ambientales adecuadas y reducir la emisión de GEI. La segunda, establecer parámetros de manejo de las camas y de los sistemas de ventilación de los alojamientos. Y, la tercera, obtener una revalorización de los residuos de las camas para su utilización como fertilizante orgánico en agricultura.

¿De qué forma sigue la Estrategia Aragonesa de Cambio Climático este proyecto?

Contribuye en varios de sus objetivos principalmente por la contribución a la reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990, por integrar las políticas de cambio climático en un sector ganadero de interés estratégico socio económico y ambiental y por fomentar el desarrollo de una economía baja en carbono en cuanto al uso de la energía y una economía circular en relación al uso de los recursos.

Actualmente, ¿el margen de mejora es amplio o ya llevamos tiempo trabajando la contaminación en esta área?

La ganadería de ovino de carne en manejo semi extensivo es en sí un modelo ambientalmente sostenible ya que se abastece mayoritariamente de productos de cercanía a través del pastoreo y/o la compra de alimentos de proximidad, contribuyendo a una “economía circular”.

Además, a través del pastoreo y la buena gestión de los pastos ejerce un importante papel como sumidero reduciendo la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera. Se está trabajando en cuantificar la emisión de GEIreales producidos ya que la información que circula otorga al sector ganadero la suma de emisiones generadas hasta el producto final (envasado, transporte, almacenaje…).

Con más información y medios, aún hay margen de mejora siempre que las explotaciones tengan capacidad de renovación, adaptación e inversión. 

¿En qué fase se encuentra el proyecto? 

En este primer año y etapa de ejecución estamos haciendo una evaluación técnico-económica del manejo clásico de las camas del ganado sobre la producción de GEI y sobre la sanidad y bienestar animal. También estamos recabando información acerca de los materiales más adecuados para la realización de la cama teniendo en cuenta factores de eficiencia y proveedores locales. Una vez monitorizados los valores ambientales del alojamiento ganadero, así como la concentración GEI, estos datos serán correlacionados con las condiciones de ventilación de cada alojamiento y el tipo de cama y su manejo.

¿Qué resultados se esperan obtener?

Se obtendrán datos reales de la producción de GEI, de los costes de manejo de este tipo de cama, de la calidad del producto final obtenido entendido como enmienda orgánica a aplicar en campo, y se detectará la posible influencia de la proliferación de microorganismos patógenos sobre la salud de los animales.

Se pondrán establecerán criterios de manejo de ventilación ligados al manejo de las camas de ganado que serán extrapolables a alojamientos con tipologías similares a los analizados en el proyecto. Este hecho incrementará el bienestar animal y mejorará los índices productivos, además, reducirá las emisiones de GEI.

-¿Han llevado a cabo algún proyecto de características similares previamente?

UPRA Grupo Pastores y Agrobi han trabajado con anterioridad en labores de diagnóstico y control de parámetros de salud, bienestar y ambientales. Sin embargo, en este proyecto se abordan tareas innovadoras relativas a los tipos y manejos de las camas, se implementan nuevos y más amplios métodos de diagnóstico y se abordan distintos aspectos de forma conjunta.  

Este proyecto de Cooperación, pertenece a la Medida 16Submedida 2. El importe de la ayuda ha sido de 116.640 € sobre una solicitud de 145.800 € de inversión. El presupuesto total de la Medida 16 para el período 2014/2021 es de 23,1 millones de €.

El Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón 2014-2020 representa la mejora de la productividad y de la competitividad del sistema agroalimentario como base de la economía y de la generación de empleo rural, la gestión sostenible de recursos naturales y la acción por el clima y el desarrollo territorial equilibrado.

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