En Entrevistas

-Con un trabajo por las mañanas y esperando un hijo, decide montarse un negocio de gallinas ecológicas.

-Heredé una finca de mi abuela, mi pareja embarazada… así que me rondaba por la cabeza tener algo propio, me picaba pero no tenía nada claro a qué dedicarme.  Durante un tiempo visité diversas granjas y estudié opciones. Cerdos y terneros requerían más espacio y un mayor inversión así que me lancé por las gallinas en ecológico. 

– Huevos ecológicos Gazol ¡Toda una experiencia!

-Yo hago deporte, me gusta la naturaleza y correr por el monte, pero durante aquellos meses sólo me dediqué a construir la granja y al tema financiero. No entrenaba y, sin embargo, el estrés me hizo perder kilos. El día que llené la granja de gallinas no sabía todavía quién me iba a comprar los huevos. ¡Para no pegar ojo! La comercialización también corre de mi cuenta, puerta a puerta. En las primeras visitas me acompañó una amiga y se lo agradezco… todo era nuevo para mí. Un año de aprendizaje intenso desde luego.

-En su negocio, ¿cuántos palos hay que tocar?

-Muchísimos. Tengo que cumplir con dos tipos de normativas: la convencional y la de agricultura ecológica. Las gallinas provienen de granjas ecológicas certificadas. Todo se somete a un control estricto para preservar la calidad del producto. Criar gallinas ecológicas no se limita a alimentarlas con pienso ecológico y a no utilizar determinados antibióticos, va más allá, también exige que el cuidado de las instalaciones de la granja, los árboles, la hierba que picotean… también se cuidan a través de procedimientos ecológicos.

-Una docena cuesta más de 4 euros…

-Los valen, resulta imposible que lleguen al consumidor por menos dinero. Como se trata de un producto de calidad yo, en estos momentos prefiero trabajar con menos clientes para garantizarles la atención y el servicio. Criar gallinas las puede criar cualquier, pero lo verdaderamente importante reside en el trato con el cliente.

-El CEDER Monegros le echó una mano. 

-En mi caso los fondos Leader van a ayudarme con un porcentaje de la maquinaria del centro de clasificación y una carretilla. El tema ganadero no entraba, ni la obra de la granja. Yo decidí montarme la empresa antes siquiera de hablar con ellos.

-Recalca que sin sus padres no tendría nada.

-Sin mis padres y sin los abuelos. Ellos, de verdad, han sido increíbles, con su trabajo y su disponibilidad. Se dice ahora que los pueblos ofrecen oportunidades para vivir, pero si los jóvenes podemos vivir aquí es porque los abuelos nos han dejado algo. Para emprender en un pueblo se necesita respaldo. Puede ser material: un campo, una granja, una casa… Comenzar de cero… no lo veo viable por los enormes costes que conlleva cualquier tipo de infraestructura. Los abuelos, ellos sí que lo hicieron todo desde cero. 

-Vivir en un pueblo pasa por el autoempleo.

-En muchos casos sí porque las opciones de trabajar por cuenta ajena resultan bastante limitadas. Pero repito, para emprender en un pueblo hay que tener apoyo y echarle valor.

 

Este proyecto de LEADER, pertenece a la Medida 19. El importe de la ayuda al proyecto ha sido de 3.234,73 € sobre una inversión de 9.785 €. El presupuesto total de la Medida 19 para el período 2014/2021 es de 85,2 millones de €.

El Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón 2014-2020 representa la mejora de la productividad y de la competitividad del sistema agroalimentario como base de la economía y de la generación de empleo rural, la gestión sostenible de recursos naturales y la acción por el clima y el desarrollo territorial equilibrado.

Saúl Gazol-Lanaja
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