Nicolás y Rebeca son dos sobrarbenses que decidieron volver a su tierra para poder disfrutarla y vivirla junto a su familia. Para ello han puesto todo su esfuerzo en proyectos de turismo y gastronomía y así recuperar la vida y tradición de una finca rural situada en el Pirineo Aragonés, Moliniás.

¿Qué es Moliniás?

Moliniás es el resultado de tres pequeños núcleos que se deshabitaron en los años 60 por la dificultad que había en esos momentos de sobrevivir en ella. La actual propiedad compró la finca en el año 2000 y la empezó a rehabilitar para turismo rural. Nosotros nos incorporamos al proyecto en el año 2019 y ahora nos encargamos de la gestión de todo el turismo de las seis casas rurales y de la explotación general de la finca.

Se trata de una finca de 210 hectáreas de naturaleza, en la que además de alojarte, podrás disfrutar de una red propia de senderos, paseos entre viñedos que crecen a 900 metros de altura, cuevas y preciosos atardeceres.

¿Cómo nace esta idea y por qué?

Nosotros somos los dos de aquí, yo antes trabaja como gerente en una empresa informática en Huesca y Nicolás trabajaba y trabaja como enólogo en una bodega en Somontano, pero queríamos venirnos a vivir aquí y que nuestros hijos se criaran en el pueblo, en la montaña. Tuvimos la oportunidad de coger este proyecto y nos lanzamos, ya que nos parecía una bonita oportunidad para desarrollar nuestro trabajo y estilo de vida.

¿Cómo ha ido mejorando el proyecto con el paso de los años?

El proyecto ha evolucionado favorablemente, hemos creado una marca nueva bajo una única propuesta de valor clara que engloba varias experiencias. Con la nueva propuesta, la digitalización y una atención al cliente muy cuidada, hemos aumentado considerablemente el porcentaje de ocupación.  Hemos mejorado las instalaciones y el confort de las casas, hemos recuperado y limpiado los caminos dentro de la finca que te llevan a lugares como el Monasterio de San Victorián, el Mediano, la cueva de El Forato o la cueva de San Jorge, senderos ancestrales que conectaron pueblos y vida en el pasado. 

Además, estamos trabajando en un proyecto de elaboración de vino, una bodega de vino ecológico de montaña. Estamos plantando viñedos con variedades locales, recuperando la tradición vitivinícola de la finca y comarca. Empezamos en el 2020 con una hectárea y hemos seguido así año tras año con la idea de hacer la primera vendimia oficial este año y de construir la bodega al año que viene.

Nuestro espíritu de trabajo está enfocado a la integración con el entorno y la naturaleza, el respeto a las personas pasadas, presentes y futuras, un turismo que minimiza los residuos y el impacto, en el que cada visitante puede vivir la experiencia del lugar y ayudar a mejorar nuestro pequeño ecosistema.

¿Cuáles son los cambios que vais a hacer con las ayudas Leader?

En nuestro caso, la ayuda va destinada a la ejecución de un proyecto de Astroturismo dentro de la propia finca. En 2021 nos hemos certificado por la Fundación Starlight por tener un cielo protegido y limpio y con baja contaminación lumínica. La ubicación de la finca entre montañas y la baja densidad de población hace que tengamos una calidad del cielo privilegiada.

En línea con nuestros valores, dentro de un turismo de respeto y sostenible, hemos decidido poner en valor este patrimonio para que lo puedan aprovechar y disfrutar tanto nuestros huéspedes como gente de la zona y visitantes. Estamos trabajando en una plataforma de madera instalada en una montaña de rocas con vistas a la montaña y al valle, donde vamos a hacer experiencias de observación e interpretación del cielo, catas de vino al atardecer o bajo las estrellas, fotografía y senderismo bajo la luna.

¿Ha sido buena la acogida?

Si, el proyecto evoluciona favorablemente, y poco a poco vamos dando pequeños pasos que conducen a hitos de nuevas propuestas e ideas.

La bodega va despacio, pero con muy buena letra, las nuevas viñas no se pueden vendimiar hasta el tercer año. Las casas van muy bien y el proyecto de Astroturismo, aunque aún estamos acabándolo, lo que vamos comunicando nos hace ver que va a tener muy buena acogida. Además, es algo que ya antes, sin nosotros ponerlo en valor, nuestros clientes nos decían que salían a ver el cielo a las 3.00h de la madrugada, porque el cielo en Moliniás es un espectáculo. Un proyecto que avanza firmemente, con pasión y mucha dedicación.

¿Faltan más emprendedores en el mundo rural?

Yo creo que cada vez tenemos más emprendedores en la zona, donde cada vez vemos más propuestas de proyectos interesantes.  Ahora somos más los que creemos en las zonas rurales, donde vemos una calidad de vida diferente, donde nos apetece seguir creciendo, desarrollar nuestra carrera y compartirlo con nuestra familia, a la vez que disfrutamos de todo lo que la montaña y este entrono nos da.

Este proyecto de LEADER, pertenece a la Medida 19. El importe de la ayuda al proyecto ha sido de 5.125 € sobre una inversión de 17.083,33 €. El presupuesto total de la Medida 19 para el período 2014/2021 es de 85,2 millones de €.

El Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón 2014-2020 representa la mejora de la productividad y de la competitividad del sistema agroalimentario como base de la economía y de la generación de empleo rural, la gestión sostenible de recursos naturales y la acción por el clima y el desarrollo territorial equilibrado