La denominada ganadería de precisión protagonizó la segunda jornada técnica del VIII Foro Nacional de Desarrollo Rural, en la que se presentaron cuatro proyectos innovadores en el uso de las tecnologías. Su objetivo es “ayudar a los ganaderos a mejorar la eficiencia, la calidad, el manejo y el bienestar animal de una forma sostenible”, según Jesús Pomar, catedrático de la Universidad de Lérida en el ámbito de la agrótica y mecatrónica y coordinador de la jornada.
Javier Alejandre de las Heras, representante del gabinete técnico de UPA, expuso el trabajo desarrollado durante más de dos años por el grupo GO GELOB, que intenta afrontar la difícil convivencia entre la ganadería extensiva y el lobo. Según explicó, la ganadería extensiva es el sector primario donde la digitalización menos ha llegado y además se encuentra en recesión por la falta de relevo generacional, una situación compleja a la que se suman los problemas existentes en la convivencia con el lobo. El proyecto consistió en la colocación de collares de geolocalización de los animales. “Diseñamos un equipo de disuasión para reducir los ataques con la incorporación de luces y el ladrido de un perro mastín con el fin de ahuyentar a los lobos. Se incorporó un sistema de monitorización que detectaba cuándo se aceleraba el pulso del animal ante la presencia del lobo”, detalló.
El grupo operativo Ganadería extensiva en el Pirineo trabaja en el diseño de un sistema de vallado virtual a través de la instalación de un collar en el ganado que le impida salir de un espacio geográfico previamente determinado. “Si dibujas el polígono, las vacas no deben moverse de allí. Estamos trabajando en reducir los costes de cada dispositivo porque así podemos conseguir que sea interesante para el ganadero”, detalló Sergio García, gestor del Consorcio de la Reserva de la Biosfera Ordesa Viñamala, quien señaló que el grupo operativo considera “esencial” tener en cuenta la sostenibilidad y la conservación del medio natural junto a la importancia de que siga habiendo pequeñas explotaciones familiares en el territorio.
Noemí Salazar, coordinadora del grupo operativo Latxa Energy, explicó que su intención ha sido “la mejora de la sostenibilidad de las explotaciones que elaboran queso Idiazábal con la leche de su propio rebaño de ovejas de la raza Latxa”. Para alcanzar ese objetivo, se adoptaron varias medidas correctoras como el uso del ecodiésel, alimentar al ganado con torta de colza que se cultiva en Álava y Navarra, y el autoconsumo energético compartido con la instalación de placas solares. Fruto de todo ello, aseguró, se ha reducido el impacto ambiental porque se ha recortado el gasto energético entre un 32 y un 37 por ciento.
Por último, Adriá Martínez, responsable de hardware de Ixorigué Technologies, y Aurelio García, director de la Escuela de Negocios del Pirineo, expusieron los detalles del grupo operativo Ixorigué Project, que pretende conseguir una gestión eficiente e inteligente de la ganadería extensiva a través de la creación de un software que aumente la rentabilidad del ganado y mejore la calidad de vida de los ganaderos. Mediante la recogida del máximo de datos vitales posibles de los animales y de la mejora de la conectividad en zonas sin cobertura, la iniciativa busca el uso de alertas que permitan al ganadero actuar lo antes posible en caso de que ocurra una incidencia y que reciba a su vez toda la información de su ganado en tiempo real.