En 1987, empezó a trabajar la distribuidora COPIMA desde La Puebla De Castro. De dos socios iniciales-que se dedicaban a la venta de carne de pollo y derivados- han pasado a miles de referencias y una plantilla cercana a los 90 trabajadores. De ellos, 20 contratos se firmaron gracias a la ampliación de las nuevas instalaciones que contaron con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural. El gerente, Mario Mas, nos cuenta más detalles de la empresa.
-Han cambiado de ubicación, pero siguen estando en La Puebla de Castro, ¿no hubiera resultado más sencillo trasladarse a una población más grande con polígono?
-Las instalaciones antiguas se quedaron pequeñas y este terreno cuenta con 2 hectáreas. Al situarse cerca del pantano `Joaquín Costa´ y de la carretera nacional 123-A ha resultado bastante complicado traer hasta aquí los servicios y en las obras nos pilló la pandemia. Estamos en La Puebla de Castro y nunca nos hemos querido mover de aquí porque resulta un sitio estratégico para dar servicio a nuestros clientes del Pirineo. Trabajamos por la provincia de Huesca, parte de la Lérida y Zaragoza ciudad. El 75% de nuestro trabajo se basa en la hostelería así que para evitar esos dientes de sierra que definen a esta actividad nos hemos abierto al cliente urbano, pero nunca hemos querido alejarnos del Pirineo.
-Han ganado espacio y oferta.
-Estas instalaciones nos permiten aumentar nuestra capacidad de frío y ampliar la actividad con las salas de despiece, fileteado y añadir la cámara de maduración para la carne de bovino que se ha convertido en un producto estrella. Además, en La Puebla hemos puesto en marcha invernaderos para cultivar tomate rosa de Barbastro, pimientos y judía verde. Ahora ofrecemos carne de vaca o buey madurada. Seleccionamos con ahínco las piezas que compramos para este fin y buscamos el momento óptimo de consumo por ello existen unas dependencias exclusivas para ello.
-¿De dónde surgió la idea de la carne de bovino madurada?
-Por una parte del propio consumidor, del mismo mercado que cada vez cuenta con más cultura culinaria y aunque uno siempre intenta estar a la última, quienes de verdad nos ayudan a mejorar y nos dan ideas son ese grupo de clientes más inquietos, más atrevidos que desean ofrecer un punto extra de calidad y, además, confían en nosotros para que les suministremos el producto. Servimos a 2.000 clientes y contamos con 8.000 referencias activas con todos ellos se establece una relación cercana y de complicidad.
–¿Cómo ve el futuro de la agroalimentación en la provincia de Huesca?
-Si sabemos aprovechar este momento el futuro de Huesca lo veo con optimismo porque en estos tiempos se ha revitalizado el turismo de proximidad y de naturaleza y nosotros tenemos mucho que ofrecer: senderismo, deporte activo, gastronomía, cultura… pero se debe desarrollar de forma razonable evitando la masificación propia de otro tipo de turismo y de destino.
– Contaron con apoyo del Programa de Desarrollo Rural.
-Sino nos lo daban a nosotros ¿a quién sino? Estamos en un pueblo y nos comprometimos a crear 15 puestos de trabajo que al final han sido 20. En todo este proceso, nos sentimos satisfechos con la relación tanto con la consejería de Agricultura como con el Ayuntamiento de La Puebla de Castro.
Este proyecto de Agroindustria, pertenece a la Medida 4, Submedida 2. El importe de la ayuda al proyecto ha sido de 1.133.424,05 sobre una inversión de 4.533.696,18 €. El presupuesto total de la Medida 4 Submedida 2 para el período 2014/2020 es de 174,58 millones de €.
El Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón 2014-2020 representa la mejora de la productividad y de la competitividad del sistema agroalimentario como base de la economía y de la generación de empleo rural, la gestión sostenible de recursos naturales y la acción por el clima y el desarrollo territorial equilibrado.
