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Zaragoza.- Óscar Lorente Sebastian es alcalde de Cosuenda, Diputado Provincial y presidente del Grupo Leader FEDIVALCA (Federación para el Desarrollo Integral de Valdejalón y Campo de Cariñena) dentro de la estrategia del Programa de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón. Lorente nos recibe en el despacho que tiene en el Palacio de la Diputación Provincial de Zaragoza, un despacho que en nada ha cambiado desde que entró a formar parte del mismo. Tan sólo un premio otorgado por la labor del grupo que preside es la aportación de Lorente a su actual espacio de trabajo en la Diputación. Una asociación básica para el apoyo a los emprendedores rurales en las comarcas de Campo de Cariñena y Valdejalón.

¿Cómo valora el trabajo de FEDIVALCA estos años en torno al programa LEADER?

Ha sido pieza clave para el desarrollo del mundo rural, el único sustento de emprendedores y autónomos del medio y un aliado donde llamar y solicitar ayuda. Los técnicos de la asociación, son, además, asesores y siempre hemos sido un apoyo para ellos.

La zona de Cariñena y Valdejalón son dos comarcas donde hay muchos lazos entre nosotros: familiares, de formacion, de cultivos, cooperativas… En Valdejalón  hay mucha dedicación a la fruticultura y en Campo de Cariñena a la viticultura. Los servicios de bar, restaurante, cafeteria, son servicios públicos lo que se prestan al final. Empresas de cámaras de fruta en Valdejalón y en La Almunia.  Muchos de los jóvenes que se han formado en nuestra comarca luego han trabajado como autónomos. En Campo de Cariñena, por ejemplo, hay muchos autónomos que han utilizado LEADER para implantar pequeñas empresas de servicios agrarios, bodegas, distribuidores fitosannitarios, cooperativas, eso son los proyectos estrella.

La lucha contra la despoblación es un tema obligado para los grupos…

Los que ya llevamos muchos años en los grupos Leader y los ayuntamientos nos dedicamos a asentar la población. La Diputación ha distribuidos los servicios, equipamientos e instalaciones. A mi ver, una distribución equitativa que mantiene los servicios públicos, pero desde los grupos se ha mitigado el éxodo gracias a la ayuda a los emprendedores. Eso si, estamos muy cerca de la ciudad de Zaragoza, a media hora, somos limítrofes con el termino municipal. Eso ha sido positivo porque hemos tenido polígonos industriales como el de Épila, la Muela o Calatorao, en la autovia Mudéjar, Muel o Cariñena, y la gente ha apostado por trabajar allí y vivir en su pueblo. En Cosuenda teníamos ocho niños en el colegio y hoy hay 29, hicimos un plan de viviendas para competir con la masificación de zona de Valdespartera, Cariñena o la Almunia y hemos intentado tener en los pueblos todo tipo de servicios públicos. Aulas de informática, escuela de adultos, gimnasio, instalaciones deportivas, pistas de padel… es verdad que va poca gente, pero al final Zaragoza es como una gran madastra, tiene calidad de vida y muchos ciudadanos vecinos de nuestros pueblos que han trabajado en esos polígonos se han trasladado a vivir a la ciudad. Entonces hay un sentimiento agridulce por lo que hemos trabajado para que se quedaran, aunque muchos siguen manteniendo la segunda vivienda y cada uno es libre de vivir donde quiera.

¿La idea «Pueblos Inteligentes» es una posible solución?

Es verdad que este Gobierno ha hecho iniciativas de banda ancha en el medio rural, pero aún falta tenerla mas distribuida porque hay autónomos que tienen problemas para vender sus productos online. Eso nos ayudaría porque los urbanistas que vienen a vivir a los pueblos demandan un acceso adecuado a las nuevas tecnologías. Me gustaría preguntarle a todo el mundo ¿Si no hubiéramos hecho tantas cosas, invertido cantidades ingentes de dinero, incorporación de jóvenes a la agricultura, ayuda a la agroindustria, ayudas a las bodegas, cooperativas… cómo sería ahora la situación? Por ejemplo, nosotros cultivamos la uva y se distribuye directamente a Berlin, por lo que ese valor añadido se queda en el territorio.

Pero a pesar de todo hay gran dificultad para luchar contra esa despoblación…

Al final la gente tiene libertad y hay un componente social y es que a la gente le atrae la ciudad y las cabeceras de comarca. Tenemos dos ejes de comunicación como son la autovía a Madrid-A2 y la autovía a Valencia, eso significa mucho tráfico sur-norte. No tenemos agua, pero tenemos buenas comunicaciones y eso hace que se vaya la gente.

¿La inversión ha sido multiplicada por la iniciativa privada en LEADER?

Hemos tenido varias experiencias de programas europeos, empezamos en 2003 con PRODER, que fue de 14 millones. Hemos intentado que un euro publico tenga una inversión de tres en el sector privado, por lo que cuatro millones se convirtieron en doce. Esta vez nos iremos a 200 proyectos y 1´5 millones comprometidos. En LEADER entra todo lo que es ayuda al mundo rural y mayoritariamente son del sector de servicio público – en comarca de Valdejalon tenemos pueblos de 4 y 5000 habitantes – y luego se apoyan los proyectos agroindustriales, productos fito-sanitarios y bodegas en su mayoría.

El Gobierno lo hace bien distribuyendo los fondos en relación al territorio, poblacion, número de núcleos, nosotros con los 4 millones de euros estamos satisfechos. Durante la crisis venia poca gente, pero ahora vamos cubriendo las convocatorias. Es verdad que asusta un poco a la gente el tema de la burocracia, pero son normas europeas que hay que cumplir. Antes nosotros gestionábamos fondos y éramos los pagadores, pero creo que es bueno que el Gobierno sea el pagador porque da un respaldo y otorga una protección jurídica en los componentes de los grupos importante. Hay que pensar que somos asociaciones sin animo de lucro y al final si un proyecto se cae y se tiene que devolver el dinero, no esta mal que exista esa seguridad jurídica.

¿Qué opina del futuro de LEADER a largo plazo?

Es fundamental, somos los mejores aliados de los autónomos y emprendedores, está muy claro que siempre sacamos más de 200 proyectos, muchos de ellos promovidos por jóvenes y mujeres. Para asentar la población la mujer tiene que estar a gusto, y al final las ayudas generan empleo con recursos propios de la zona (la fruta o el vino en nuestra zona) que no se deslocalizan y son, además, sectores que tenemos la obligación de proteger.

#aragondesarrollorural

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