Una encuesta realizada en el marco del Programa de Desarrollo Rural, refleja el perfil medio del joven agricultor en Aragón: hombre de menos de 30 años, de familia dedicada al sector primario y originario del medio rural. La encuesta también refleja que casi el 80 por ciento de ellos no ha vinculado la decisión de dedicarse a este sector a la existencia de ayudas.
En cuanto a la formación, el 78 por ciento de los encuestados refleja su aprendizaje en la familia, si bien la mayoría de ellos ha realizado cursos relacionados. Eso sí, apenas un 30 por ciento cuenta con algún tipo de formación, ya sea profesional o universitaria. Además, los jóvenes son conscientes de la necesidad de cursar determinados estudios, como formación empresarial o específicamente agraria.
La encuesta también se interesa por las dificultades que encuentran los jóvenes cuando comienzan la actividad. La principal sería no contar con la tecnología adecuada, mientras que expresan pocos tropiezos en otros temas como decidir la orientación económica del negocio o sus habilidades empresariales.
Otros problemas que se analizan son el acceso al crédito, a la tierra (la mayoría no cuenta con áreas cerca de su explotación) y la comercialización (los precios están demasiado bajos).
Las Oficinas Comarcales Agroambientales son el principal punto de información de los jóvenes agricultores. Más del 56 por ciento consigue a través de ellas los datos necesarios acerca de las ayudas y la forma de incorporarse al medio rural. Eso sí, las principales “quejas” son la burocracia necesaria para llegar a incorporarse como joven agricultor y la aportación de fondos inicial que implica, debiendo esperar a las ayudas demasiado tiempo.