Lechón (Zaragoza).- En la comarca de Campo de Daroca se sitúa la pequeña localidad de Lechón. La única fábrica que podemos encontrar allí es Hidromieles Rasmia. La hidromiel es una bebida que muchos historiadores definen como «la más antigua de la humanidad». Un brebaje que se elabora en variedades especiadas, dulces, con lúpulo o frutas. Antonio Javier Castillo es el dueño de esta joven empresa que se ha beneficiado de las ayudas LEADER que se engloban dentro del Programa de Desarrollo Rural co-financiado por el Gobierno de Aragón. A Antonio, el hecho de ser un fiel seguidor de series de televisión como “Juego de Tronos” o de libros como “El Señor de los Anillos”, le empujó a apostar por un producto original y único en el mercado actual, que tiene la leyenda y el mito de su lado.
¿Como surgió la idea de montar esta fábrica?
Siempre nos había llamado la atención la hidromiel. Veíamos que la bebían en las películas de vikingos, en las leyendas de robín Hood, en los libros de “El Señor de los Anillos”… documentándonos vimos que es una bebida muy antigua, la consumían mucho los griegos y los fenicios, de hecho Julio César la consideraba como su bebida favorita.
Se perdió aquí su cultura debido uso de la viña, ya que es más fácil sacar un kilo de uva que un kilo de miel, eso lo sabemos muy bien los apicultores. Sin embargo, en los países del este se mantuvo su consumo. En esta zona de Europa es una bebida muy habitual y sobre todo se quedó anclada en los países nórdicos. Esa mitología vikinga de “Thor” o “Bewoulf” giraba en torno a este brebaje, que era considerado como la bebida de los Dioses.
¿Por qué os decidisteis a comercializar hidromiel?
La verdad es que venimos de una tradición apícola de muchos años trabajando la miel y vimos que podía ser una forma diferente de sacarla al mercado. Después de muchos años de esfuerzo hemos conseguido sacar adelante este proyecto. Experimentamos, vimos que gustaba bastante, sobre todo a los amigos y nos decidimos a intentar hacerla de forma profesional. Y aquí estamos ahora. Comercializamos sobre todo en ferias medievales, donde funciona muy bien, también en tiendas y bares que venden cervezas artesanas. Al ser variedades con lúpulo, se ubican muy bien en esos sitios.
¿Cómo es el proceso de elaboración de la hidromiel?
El proceso es bastante similar a hacer un vino o una sidra, la única diferencia es que en vez de partir de un zumo de frutas, partimos de miel y agua. Eso es un caldo dulce igual que es el de la uva o de la manzana entonces la levadura ya la pueden transformar para convertirla en alcohol. Una vez está fermentado se le puede aderezar con más ingredientes para añadir más matices: lúpulo, especias, frutas… se pueden hacer muchas variedades.
¿Cómo accedieron a las ayudas del PDR?
Accedimos a través de los fondos LEADER gracias al grupo de acción local de aquí que es el ADRI Jiloca-Gallocanta, fuimos a asesorarnos y vimos que encuadraba perfectamente en nuestro enfoque, de hecho la industria agroalimentaria es lo que más se está potenciando en el medio rural, más en pueblos pequeños como éste que es difícil salir adelante si no buscas otras alternativas. Presentamos el proyecto y decidimos hacer realidad todas las inversiones.
¿Qué proyectos tenéis pensado para el futuro de la empresa?
Sí, en esta línea tenemos varias ideas como aumentar equipos para poder envasar espumosos, sacar distintas líneas de productos, ir mejorando las instalaciones… ideas siempre hay que tener en mente.
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