Cuando Ismael Playán y su mujer Sara comentaban entre sus familiares y amigos su nueva idea de negocio se escucharon de todo-recuerda Ismael- pero ellos no se echaron atrás. Esta idea de negocio surgió cuando necesitaban más espacio de almacén para su establecimiento de hostelería en Benabarre. «Buscamos mucho por el pueblo sin encontrar lo que realmente se ajustaba a nuestras necesidades. Al final, vimos que la mejor opción pasaba por construir una nave en el polígono y aquí surgió la oportunidad del outlet».

Un outlet de marcas de lujo en el polígono de Benabarre como oportunidad que ha creado un nuevo puesto de trabajo. «Nosotros detectamos una necesidad en la zona y pensamos que este tipo de ropa y complementos también funcionaría debido a la gran cantidad de turistas que se mueven por aquí». La decisión de construir la nave estaba tomada y la ayuda del Programa de Desarrollo Rural de Aragón (a través del programa Leader) le vino muy bien a esta pareja de emprendedores «para salir un poco mejor parados. Las ayudas te las dan, pero también te exigen».

En este punto, el impulso turístico que está viviendo Benabarre y toda la Ribagorza Oriental en los últimos años es crucial para asegurar el éxito de este negocio. El deporte de naturaleza en el Montsec y Mont Rebei, la cercanía de Alquézar y Guara, Graus… y su situación estratégica suponen un flujo constante de personas. «El outlet cumplirá dos años abierto al público este otoño y en este tiempo lo hemos ido adaptando al público». Por ejemplo, en su idea inicial no había hueco para la ropa de montaña y ahora sí existe una pequeña selección. En general, en su establecimiento hay un poco de todo «pensando en la gente de los alrededores, de Ribagorza y de Binéfar, Monzón o Barbastro que también nos visitan y en el turista». Marcas, ropa de hombre y mujer, bolsos, vestidos, chaquetas, zapatos… y todo con precios interesantes y con una antigüedad limitada. «Ofrecemos ropa de la temporada pasada o dos como máximo. Todo es actual y muy llevable, y aunque trabajar con los gustos de la gente es complicado al haber tanta gente de paso se abren las posibilidades». El horario se centra, sobre todo en fines de semana y la tarde-noche.
Ismael y su mujer, Sara, siempre creyeron en la idea. «Nosotros hemos vivido fuera de aquí, hemos viajado y eso, de alguna manera, nos ha permitido ver otros negocios que hasta ahora no existían en la zona. Estamos convencidos de que si crees en tu idea y tienes ganas de trabajar, tu negocio saldrá adelante».