Hace unos once años, los agricultores de Lalueza comenzaron una nueva etapa en la vida de sus explotaciones con la la concentración parcelaria y la modernización del riego al instalar la aspersión. Un cambio radical que va a mejorarse en el futuro próximo. En la actualidad más de 2.350 hectáreas (repartidas en 250 propietarios, aunque no todos de ellos en activo) han iniciado el proceso de pasar a regar por peso. Jorge Martín, el presidente de esta comunidad de regantes, explica «la aspersión y la concentración supusieron un gran paso, pero a pesar de la productividad, observamos que el coste eléctrico nos resulta muy elevado». La colocación de paneles solares, como se viene haciendo en otras comunidades, no resuelve el problema de Lalueza. «Tampoco podemos regar cuando queremos. De día la energía es muy cara», afirma. Así, que tras tiempo de trabajo, ahora esta idea ha madurado y ha tomado forma y se encuentra en la fase pendiente de autorización para poder comenzar las obras en 2020. En un paraje tan llano, la balsa de altura se ubica en el término municipal de Lanaja y desde ahí, se regarán las más de dos mil hectáreas de Lalueza. En estas tierras se produce principalmente maíz, alfalfa, cebada maltera y también, aunque en menor medida, cebollas, guisante fresco y girasol. En general, señala Martín «estamos contentos con la agricultura, pero el presupuesto que nos supone el sistema actual nos resta competitividad e ingresos, en un mercado, en el que los precios apenas se mueven desde hace años…». Como indica su presidente, este cambio tiene mucho mérito para los agricultores porque «no acaban de salir de la anterior modernización que ya estamos en otra… «. Este proyecto ha contado con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural en la modernización de regadíos en gran parte por el innegable ahorro energético que va a suponer y no sólo para los bolsillos de los regantes sino para el medioambiente.