Silvia Constante nació en Huesca y con 7 años su familia se trasladó a vivir a Zaragoza. Y aunque confiesa que nunca se sintió “muy urbanita” tampoco pensaba que iba a acabar viviendo (y feliz) en Belver de Cinca. Además, en el medio rural ha formado su familia y abierto su negocio. “Cuando mi primer hijo era pequeño aún trabajaba en Zaragoza y me desplazaba desde Belver. Mi empresa me permitió una agrupación horaria, pero aún así, era muy cansado”. Por circunstancias empezó a interesarse por la osteopatía y diversas terapias naturales y se dijo “¡esto es lo mío!”. Su vocación y su familia decantaron la balanza y afianzó su decisión el apoyo del Programa de Desarrollo Rural de Aragón que gestionó en el CEDER Zona Oriental de Huesca, en agosto de 2017 abrió OSTEONATURA, su centro de osteopatía y terapias naturales, en Belver de Cinca. “Los dos primeros años fueron duros, pero el boca a boca ha funcionado y ahora estoy muy contenta. Me llegan personas de localidades tanto de la comarca del Bajo Cinca como del Cinca Medio…”. Su horario laboral es amplio pero no definido, “procuro dar las citas coincidiendo con el horario del colegio de los niños o cuando puede atenderlos su padre. Además, la osteopatía implica, para quien la realiza, un gran uso de las manos y por el esfuerzo físico que conlleva, procuro no trabajar más de 4 ó 5 horas al día”.
Asimismo, Silvia Constante está en continua formación “cuantas más herramientas maneje mejor podré tratar al paciente”, afirma. Y por sus manos pasan personas con dolores y patologías y otras, con la finalidad de prevenir. Y en Belver de Cinca, “un sitio guay para vivir” como ella misma nos dijo.