Pablo Barcelona, licenciado en Derecho por Universidad de Zaragoza, es gerente del Grupo de Acción Local A.D.R.I Calatayud Aranda . Lleva trece años trabajando en las convocatorias LEADER y, actualmente, coordina del proyecto de cooperación «Caminos de Aragón».
¿En qué consiste «Caminos de Aragón»?
Se trata de compatibilizar todos los usos del medio natural por medio del consenso entre todos los actores del territorio y proponer una regulación. Hay una experiencia previa en el Sobrarbe que se llama ‘Camino de Sobrarbe’. Se hizo con una empresa privada y la participación del grupo de allí de Sobrarbe, hicieron un ensayo con una aplicación informática.
¿Qué tipo de información ofrece esta aplicación?
Informa al usuario cuándo hay actividades de caza, si hay alguna incidencia en los caminos o en el territorio que impida el uso en un momento determinado, qué fines de semanas se puede recoger setas y dónde, si hay actividades deportivas… es decir, permite que circule la información sobre los usos del territorio. La idea es que esta propuesta se extienda a todo el territorio aragonés, cediendo los derechos de las aplicaciones y de la información al Gobierno de Aragón.
¿Qué acciones se están realizando ahora?
Hemos hablado con alguna zona para empezar a trabajar. Ahora mismo es difícil, porque no podemos desplazarnos, pero estamos estudiando qué tipo de medidas podemos tomar para adaptarnos. De momento, estamos planificando el calendario y las tareas, para ponerlas en práctica cuando el Estado de Alarma termine.
¿Qué actores hay implicados en el proyecto?
La intención es extender este ensayo a todo el territorio aragonés, pero como no se puede llegar a todos, en un principio, estamos trabajando en dos zonas por provincia. Participan también en el proyecto, como entidades colaboradoras, la Federación Aragonesa de Caza y la Federación Aragonesa de Montañismo. Aunque después se pueden ir sumando las asociaciones deportivas de la zona.
¿Qué resultados se esperan?
Conseguir poner de acuerdo a todos los actores, que es complicado, obtener una aplicación que sirva para informar sobre los usos del territorio, que haya gente encargada de subir información y que con toda esa información se articule una propuesta de normativa, que contemple la regulación de los usos del territorio, partiendo del consenso de los implicados en lugar de partir de arriba.