Federico Serrano Paricio es el presidente de ADRICTE (ADRI Comarca de Teruel), una asociación sin ánimo de lucro que desde el año 2007 gestiona el Programa de Desarrollo Rural de Aragón en la comarca de Teruel. . Constituído hace 18 años, ha ayudado a impulsar cientos de proyectos en el medio rural y cuenta con 84 socios de carácter público y privado. Analizamos con su presidente el papel que ha desempeñado en este último período.
¿Qué balance hace del actual periodo del Programa de Desarrollo Rural?
El balance sería satisfactorio si no hubiera sido por el ajuste presupuestario de las pasadas anualidades. La previsión inicial redujo al eliminarse los llamados fondos “top up” y eso ha mermado mucho nuestro plan financiero y, en consecuencia, nuestra estrategia de desarrollo prevista. Aunque la prioridad en este grupo siempre ha sido el ámbito productivo, tuvimos que reorientar nuestra estrategia y dejar fuera planes para actuaciones no productivas como servicios básicos a la población o un plan formativo comarcal, actuaciones que hubieran complementado a las productivas que se están o se han llevado a cabo hasta la fecha. Estamos hablando de una reducción en nuestro grupo de 1.739.000 € que equivale a un 38,65% del total asignado de inicio y que hubiera venido muy bien para terminar este periodo con nota alta.
¿Qué ha significado para su grupo?
Seguir consolidando y reforzando el trabajo realizado desde los inicios de los programas. En nuestra comarca llevamos desde el 2002, primero con PRODER y desde 2007 con LEADER, y paso a paso hemos ido afianzando esta metodología de trabajo y de desarrollo rural en nuestro territorio. A fecha actual el grupo está plenamente asentado en la comarca y es un pilar importante en el desarrollo de cualquier iniciativa empresarial que surja.
En este periodo actual a pesar de una primera anualidad con poca actividad, hemos ido recuperando terreno y a fecha de hoy el compromiso es muy elevado, y no tenemos duda que vamos a ejecutar el presupuesto disponible en su totalidad.
¿En qué han incidido fundamentalmente dichos fondos?
En el actual periodo hemos incidido en dos líneas claras, el apoyo a las pymes, sean de nueva creación o de modernización y la ampliación de las existentes, y el apoyo decidido por los proyectos agroalimentarios como un pilar estratégico importante de desarrollo territorial. Todas las empresas agroalimentarias tienen nuestro apoyo cuando lo necesiten, tanto para inversiones en sus instalaciones como para la promoción de sus productos. El apoyo al pequeño autónomo o empresario no ha sido menos importante y no hemos dejado fuera ningún proyecto que haya ido en estas líneas. En una Comarca en la que Teruel capital centraliza servicios es importante cualquier iniciativa que surja fuera de la misma y en eso enfocamos nuestros esfuerzos.
¿Qué proyectos destaca?
Varias iniciativas de consolidación, desarrollo y ampliación de empresas agroalimentarias que ponen en valor nuestros productos y crean puestos de trabajo en el medio rural. Por ponerle un ejemplo, hay una quesería en Aguilar del Alfambra formada a través de una cooperativa con socios locales, que es un municipio que ronda los 60 habitantes y que da trabajo a 9 personas. Es un claro ejemplo de que también existe vida y desarrollo en pequeñas localidades. También destacaría un proyecto de una nueva empresa de producción de humus de lombriz o varios proyectos de cooperación entre particulares o entidades públicas que pretenden poner en valor el territorio desde un punto de vista turístico ofreciendo alternativas con rutas comarcales.
A fecha actual llevamos más de 130 iniciativas apoyadas desde el grupo en el actual período y para nosotros son todas igual de importantes.
¿Por qué son importantes las ayudas Leader para la comarca?
Al final los que vivimos en el territorio somos los que mejor lo conocemos y sabemos qué necesita. Las ayudas LEADER en la mayoría de ocasiones son la única ayuda a fondo perdido que puede disponer un promotor para desarrollar su proyecto en el medio rural. Es difícil aventurar que hubiera pasado sin la existencia de estas ayudas, pero me atrevería a decir que sin ellas muchas iniciativas no se hubieran llevado a cabo. Hay promotores que tienen una idea, que te la cuentan, pero les da respeto lanzarse. En ese momento entramos nosotros y los llevamos de la mano para que su proyecto de vida se convierta en realidad.
Las ayudas Leader y los grupos de desarrollo rural deben afianzarse en los territorios y se deben poner en valor porque realmente creo que no se valora lo suficiente el trabajo que se presta desde los mismos. Esta metodología ha quedado demostrada a lo largo de estos años que funciona, tomando las decisiones de abajo a arriba, por la gente que conoce la realidad de cada territorio.
¿Cómo ha afectado la pandemia?
Estamos expectantes a ver cómo evoluciona la crisis sanitaria y económica y, de momento, nuestros promotores siguen adelante con sus proyectos. Es cierto que se genera incertidumbre, pero no tenemos constancia de ningún cierre por la pandemia, ni tampoco de renuncias de ayudas por no querer seguir adelante con las iniciativas presentadas. Los promotores que se lanzan a emprender en el medio rural tienen muy claro su proyecto y aunque esta pandemia ha podido generar inseguridad, estamos seguros que seguirán adelante.
En cuanto a la gestión muchos promotores nos manifiestan sus temores a que pasará con sus ayudas o si les afectará en los cobros de la misma. De momento todos los plazos y trámites se están cumpliendo tanto por el Grupo como por el Servicio de Programas Rurales y no se están produciendo retrasos.
¿Qué mejoraría en el próximo periodo?
Los grupos estamos formados por gente del territorio y somos los que mejor lo conocemos, sabemos sus fortalezas y oportunidades y por ello reclamaría mayor poder de decisión a la hora de la gestión y la toma de decisiones. En una palabra, fortalecer el papel de los grupos en el desarrollo rural y darles el papel que les corresponde, que bajo mi punto de vista es muy importante.