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Aragón ha experimentado en los últimos años una importante puesta en valor de las producciones agrícolas. Tradicionalmente, los productos producidos en nuestro medio natural traspasaban las fronteras para transformase en las comunidades vecinas. Leguminosas, porcino, cereal…

Las ayudas a la industria agroalimentaria son una prioridad para el Gobierno de Aragón en su consideración de sector estratégico en el contexto económico de la Comunidad. Esta línea de subvenciones ha apostado por primar la competitividad de la agroindustria, valorando en las convocatorias aspectos como la innovación, creación de empleo, internacionalización, integración vertical o el favorecimiento en la mitigación del cambio climático, entre otros.

Con la reciente resolución de la última convocatoria de ayudas correspondiente al año 2020, culmina el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, agotando los recursos en esta línea. Durante este periodo, las ayudas a la agroindustria han supuesto una inversión de 733,5 millones de euros en el territorio, gracias a una subvención de 96,13 millones de euros. Entre las convocatorias de 2016 a 2020 se han aprobado 209 proyectos, a los que hay que añadir el pago a 114 proyectos aprobados con carácter previo a este periodo, pero que consumen recursos del presente PDR. En total se han resuelto 323 expedientes.

El sector cárnico es el que más inversión ha generado dentro de la ayuda con 287,5 millones de euros para 39 proyectos aprobados con una subvención de 30,3 millones de euros. Le sigue en inversión el sector hortofrutícola con 135,4 millones destinados a la ejecución de 65 proyectos con una subvención de 24,1 millones. Los piensos es otro de los sectores más destacados con una inversión de 91,3 millones para 31 proyectos y 14,5 de subvención. El cuarto lugar es para los cereales con 38 proyectos aprobados, una inversión de 77,4 millones y una subvención de 14,3 millones. El resto de sectores que han entrado en esta línea de ayudas son los huevos y la aves, leche y productos lácteos, oleaginosas, patatas, semillas, vinos y alcoholes y productos varios.

Resolución de la convocatoria 2020

La última convocatoria de subvenciones ha estado dotada con 19 millones de euros. Se han aprobado el 61% de las solicitudes presentadas, con un total de 42 proyectos (19 en la provincia de Huesca, 18 en Zaragoza y 5 en Teruel), con una inversión solicitada de más de 184 millones de euros (157 millones de euros de inversión subvencionada).

La distribución de la subvención por sectores ha sido la siguiente: 5.752.945 euros para 15 iniciativas en el sector de Frutas y Hortalizas, 5.465.276 euros para 11 proyectos de piensos, 3.707.291 para siete industrias cárnicas, un millón de euros para un proyecto de derivados lácteos, un millón igualmente para un proyecto de proteínas plasmáticas, 515.631 euros para dos iniciativas de cereales, 485.959 para tres proyectos de derivados de harinas y 410.341 para dos proyectos de huevos/ovoproductos.

Creación de empleo

Desde 2015, el empleo en la industria agroalimentaria aragonesa ha aumentado un 36,5% hasta los 18.700 trabajadores. Además, sus exportaciones se han duplicado hasta superar en 2019 los 1.700 millones de euros. También el número de empresas se ha incrementado un 4,4% hasta las 1.042, y la facturación del sector alcanzó el pasado año los 5.250 millones de euros, un 55% más que hace cuatro años.

Para Ignacio Zarazaga, Jefe del Servicio de de Industrialización Agroalimentaria, desde abril de 2019 «el nuevo enfoque podría ir más al tema de la comercialización del producto, no solamente generar inversiones sino vender el producto, abrir nuevos mercados… ese es uno de los retos de nuestra agroindustria. Igual de importante es producir que vender».

De la transversalidad e importancia de estas ayudas para algunas empresas, da muestra la opinión entre otros de Ramón Camarasa, de Estopiñan del Castillo (Huesca), que recibió el 15% de ayuda sobre una inversión de 43.000 euros. Para el «es esencial porque nos da seguridad a la hora de tomar la decisión para hacer la inversión».  En el sector vitivinícola, Bodegas Borsao realizó una inversión de más de 9 millones de euros que terminará en 2022, con una subvención del 20%. Con ella, ampliará su capacidad de producción. Son unos pequeños ejemplos de la realidad diversa de nuestra agroindustria, donde conviven pequeñas inversiones con grandes empresas, todas ellas necesarias y en las que el Programa de Desarrollo Rural de Aragón cumple una función redistribuidora.

Territorialmente, el impuso a la agroindustria desde el Programa de Desarrollo Rural de Aragón, ha supuesto consolidar producciones con la transformación. Así, en comarcas como La Litera, la agroindustria está llevando a cabo importantes inversiones en infraestructuras. La construcción de un nuevo matadero y la ampliación de Fribín, ha concentrando importantes inversiones en la zona, que ha generado más de un millar de puestos de trabajo.

Un efecto ante la despoblación.

Las ayudas a la agroindustria, que son el principal motor en la creación de empleo en el mundo rural, consiguen con dicho efecto, fijar población en las cabeceras de comarcas pero a su vez también en el sector productivo. De esta forma, las ayudas inciden en la creación de futuro y en la consolidación de la incorporación de jóvenes agricultores en las estructuras productivas, más preparados para la economía del futuro.

Ese efecto redistribuidor puede verse en el mapa de inversiones a ayudas en agroindustria del PDR.

 

 

 

 

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