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Las abejas también necesitan pastos para la producción de miel. La reducción de los barbechos en las zonas de regadíos y en las de secano, limita las posibilidades de una actividad importante en Aragón. El Grupo de Cooperación AGRI&BEE plantea la creación del «barbecho melífero» para salvar una producción y una especie que como polinizadora, mantiene una buena parte de nuestra producción frutícola.

La producción y comercialización de los productos de la apicultura, en especial la miel, ha tenido tradicionalmente un importante peso en la actividad agraria en nuestro país. Unido a este aspecto, hay que destacar el papel de las abejas en la protección del medio ambiente, tanto por su función polinizadora como por su contribución a la conservación de gran cantidad de plantas. Todo ello conlleva, además, favorecer el desarrollo y fijación de la población del mundo rural.

La pérdida de biodiversidad es un gran desafío para la Unión Europea. La riqueza de especies de Europa está altamente amenazada por las actividades humanas. Se han logrado progresos en algunos ámbitos: la Directiva de Aves y la Directiva de Hábitats, son la piedra angular de las políticas de la UE, lo cual es alentador. Sin embargo, muchos de los ecosistemas de Europa están tan degradados que su valor se ha reducido drásticamente. En los años recientes, el descenso de polinizadores ha incrementado la atención pública.

Alrededor de 15.000 millones de euros de la producción agrícola anual de la UE es directamente atribuido a los polinizadores de insectos. Cuatro de cada cinco cultivos y flores silvestres en la UE dependen, de al menos hasta cierto punto, de los insectos para la polinización. 

En la UE, los polinizadores son mariposas, escarabajos, polillas, avispas, sírfidos y principalmente abejas. Las abejas en la UE suponen más de 2000 especies silvestres, albergando el 10% de la diversidad mundial de abejas, entre las que se incluye la abeja occidental para la producción de miel o Apis mellifera.

En 2018, Aragón produjo un total de 934 Kg. de miel milflores, lo que supone un 3,09% sobre el total nacional. Sin embargo, y pese a estos datos de crecimiento de apicultores, la producción total de miel ha descendido en dos campañas consecutivas. Por tanto, se está produciendo un proceso claro de descenso de los niveles de productividad por colmena, unido a la desprofesionalización del sector apícola.

Además de la desprofesionalización del sector y la pérdida de rendimiento de las colmenas, la variabilidad climática condiciona la práctica de la trashumancia que se lleva a cabo, no sólo siguiendo las floraciones, sino intentando convivir con las condiciones ambientales más favorables para el desarrollo de la actividad. La variabilidad climática empuja al sector a adoptar cada vez más, modelos de apicultura trashumante, lo que implica asumir costes adicionales asociados a la actividad apícola, así como condicionantes sanitarios derivados del desplazamiento.

Desde el Grupo de Cooperación Agri&bee, se propone un nuevo esquema de trabajo, de forma que se facilite la coordinación y la mejora de ambos sectores de la producción agroalimentaria, y que suponga, por un lado, una diversificación y mejora de la renta de los agricultores que destinan superficie a SIE, y por el otro, una mejora en la producción de miel por colmena y aumento de la profesionalización del sector aumentando el índice de número colmenas por productor. Y todo ello deberá basarse en la selección y ensayo de las especies melíferas ideales y su escalonamiento durante toda la época de pecoreo de las abejas, así como en cumplimiento de la normativa, durante la duración de todo el barbecho melífero.

Existen zonas de secanos húmedos con altas posibilidades de constituir barbechos melíferos, como son las parcelas que componen algunos de los secanos de la Cooperativa de San José de Sádaba. Sin embargo, esta vía está inexplorada, por desconocimiento práctico en la materia, por la descoordinación de los sectores agrícola y apícola, y, por la nula rentabilidad inmediata que supone una inversión en semilla de especies melíferas. Se hace necesaria la estrecha colaboración agricultor-apicultor para que se pueda obtener un beneficio indirecto de dicha medida agroambiental.

En el Grupo de Cooperación participan:

 

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