Los purines y su aplicación en la fertilización son uno de los aspectos vinculantes entre la agricultura y la ganadería con mayor control y normativa vigentes. El Proyecto «Nitratos», desarrollado por el Grupo de Cooperación integrado por Riegos del Alto Aragón, ZETA-AMALTEA, CITA-ARAGÓN, Universidad de La Rioja, Universidad de Zaragoza, Centro de Transferencia Agroalimentarias y Confederación Hidrográfica del Ebro, ha desarrollado un interesante trabajo en cuyas conclusiones destacamos las siguientes:
La actual normativa de calidad de aguas (DMA) no permite tener en cuenta las masas de contaminantes en los cauces protegidos (masas de agua); pero cabe la posibilidad de proteger esa calidad (limitar la concentración de nitrato) controlando (imponiendo límites) a las masas exportadas a través de los desagües de las zonas regadas.
Las prácticas más beneficiosas para reducir la contaminación originada en parcela consisten en combinar el riego óptimo con buenas prácticas agrícolas (fertilización recomendada, en tiempo y con la cantidad requerida).
El control de las concentraciones controlando las masas que llegan al río necesita de una estrategia de muestreo de los desagües que es practicable siempre que se disponga de algunas estaciones aforadas.
Caso de implementarse una estrategia de control de los aportes basada en masas sería necesario revisar periódicamente la situación del sistema (más/menos población, más/menos granjas…).
Es importante decidir bien cómo se asignan las masas permitidas a cada desagüe (lo más equitativo/brutal, por superficies de riego).
El informe completo de este proyecto puede verse en: https://www.aragon.es/-/resultados-de-los-grupos-de-cooperacion-de-agentes-del-sector-agrario-convocatoria-2017