Zaragoza.- La organización agraria UPA Aragón ha celebrado las Jornadas de trabajo “Los principales factores subyacentes que influyen en la PAC después del 2020. Y el futuro de la incorporación de Jóvenes al Sector Agrario” en el centro Arsenio Jimeno de Zaragoza, sede de UPA en Aragón. El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, era el encargado de clausurar estas jornadas en las que, quiso enviar un mensaje de esperanza al sector y a los jóvenes en su reciente incorporación, “debemos ser positivos porque entre todos podemos lograr grandes cosas”. Olona también ponía el acento en la importancia de que los beneficiarios de la PAC no la entiendan como “un sinónimo de ayudas” sino como una política agraria común. También animaba a los agricultores y ganaderos a exponer con claridad sus necesidades e intereses para que esta política los refleje, “cosa que no sucede en la actualidad” lamentaba el consejero.

El secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche daba el discurso de bienvenida y era el encargado de abrir las Jornadas de trabajo. En las jornadas se ponían en valor dos sectores de la población fundamentales para el sustento del medio rural, los jóvenes y las mujeres. Raúl Gil, desde el Servicio de Incorporación de Jóvenes del Departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, exponía a los jóvenes las directrices a seguir a la hora de llevar a cabo el proceso de incorporación, un proceso considerado por muchos complejo y altamente burocratizado, para el que el gobierno autonómico destinará 20 millones de euros en la convocatoria de 2018.

Pedro Naudín, presidente de ARENTO no escondía las dificultades que atraviesan los jóvenes en su incorporación al campo y ponía el acento en el papel fundamental que juegan las cooperativas como vertebradoras del territorio y como prestadoras de servicios. Francisco Santolaria, presidente de Oviaragón, defendía la puesta en marcha de explotaciones animales en Aragón y José Víctor Nogués, presidente de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón defendía el papel integrador de las cooperativas y su función como empresas sociales, aportadoras de valor añadido.