A falta de cerrar una prórroga, entre 2014 y 2021 se ha planteado una inversión total de más de dos mil trescientos sesenta y nueve millones de euros (2.369.006.895,66 €) de la que –desde el Programa de Desarrollo Rural de Aragón– se han aprobado 911.483.445,99 € a través de 434 expedientes y con una subvención final pagada de 154.784.898,11 euros. Unas cifras que subrayan el impulso y dinamización económica que recibe el sector de la producción agrícola por medio del Programa de Desarrollo Rural.
En cuanto al objetivo de la implantación de PYMEs, el 80% de los expedientes (349) han correspondido a empresas de esta categoría, lo que permite apoyar estructuras de cierto tamaño en el medio rural. Las ayudas que han percibido este segmento de empresas desciende hasta el 70% (unos 108 millones de euros) y en la inversión aprobada en este segmento hablaríamos del 46% (415,88 millones de euros). Simplificando los datos, el análisis refleja que si se financian uno de cada dos euros a través de PYMES, los proyectos se cuantificarían en siete de cada diez.
Entre las conclusiones extraídas en este periodo destaca la necesidad de replantear los criterios de selección de cara a la distribución por sectores. La inversión en transformación/comercialización y/o desarrollo de productos agrícolas es una medida transversal que no prima ningún sector, lo que puede conllevar que las ayudas no sean reflejo de las necesidades de los sectores. La concurrencia competitiva discrimina respecto de los criterios de valoración pero se está estudiando la posibilidad de que en las próximas convocatorias se valorase la madurez del sector.
De esta manera, alinear esta medida con los objetivos del (Nex Generation (transformación digital/ mitigación cambio climático/ODS y pacto verde europeo) puede suponer un gran punto de inflexión y de evolución.
Este proyecto pertenece a la Medida 4. El presupuesto total de la Medida 4 para el período 2014/2020 es de 250,01 millones de €.
El Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Aragón 2014-2020 representa la mejora de la productividad y de la competitividad del sistema agroalimentario como base de la economía y de la generación de empleo rural, la gestión sostenible de recursos naturales y la acción por el clima y el desarrollo territorial equilibrado.