En Entrevistas

Saúl Ramón Avellanas es el nuevo jefe de servicio de Modernización de Explotaciones del Gobierno de Aragón. Un cargo que hace unos meses dejó libre María José Poblet después de 30 años dedicados al sector agrario. Saúl llega con ganas de continuar mejorando poco a poco, pero sin perder la línea de trabajo que se está consiguiendo gracias al PDR y todo el esfuerzo que hay detrás.

¿Cuál es el reto para este nuevo periodo del PDR?

Empezamos un nuevo periodo de programación con el plan estratégico de la PAC y esto implica nuevas soluciones y desarrollar normativamente otra vez las líneas de subvenciones a la modernización de explotaciones agrarias y a la incorporación de jóvenes agricultores. Este es el principal caballo de batalla que vamos a tener durante estos meses hasta que lo pongamos en marcha. A final de este año saldrán los Reales Decretos del plan estratégico de la PAC y, desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente tendremos que desarrollar posteriormente el desarrollo normativo autonómico.

Por otro lado, también estamos gestionando dos líneas de ayuda que emanan del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Fondos Next Generation). Una de ellas va orientada a la eficiencia energética y la otra a la Agricultura 4.0, la cual ha tenido mucha demanda. Se ha hecho una convocatoria y es previsible que salga otra nueva convocatoria el año que viene. Aquí, vamos de la mano con el resto de Comunidades Autónomas y con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Es un tema en el que vamos a tener mucho trabajo y es muy interesante en cuanto a lo que implica para la modernización y digitalización de la agricultura.

¿Cómo se afronta este nuevo y ambicioso periodo del PDR junto con la situación económica en la que se encuentra la sociedad?

Es un tema complicado ya que existe dinero real que está puesto encima de la mesa por parte de Europa, y por parte de España ya está aprobado el plan estratégico nacional. Menos dinero que en el anterior periodo, pero lo tenemos. Por otro lado, nos encontramos una situación económica complicada. Nuestra función como administración es incentivar el desarrollo del sector auxiliando inversiones agrarias, pero los precios de estas inversiones han subido mucho este último año y medio. En el sector hay mucha incertidumbre por esta subida de precios, aunque también es cierto que los precios de los productos agrícolas se han incrementado. Aun así, estas circunstancias hacen más complicado que los agricultores asuman hacer determinadas inversiones, aunque haya dinero detrás en forma de subvenciones. Nos encontramos en una disyuntiva, por un lado, sí que hay dinero, pero por otro lado el mercado está muy complicado, tanto en precios como en acceso a determinados bienes o componentes. Todo esto nos afectará, pero no sabemos cómo porque es algo muy cambiante. Hasta ahora han subido mucho los precios, ahora parece que se están estabilizando y en el futuro no sabemos qué ocurrirá y esto crea una situación que siempre es difícil de afrontar.

¿Se ve complicado el hacer ver al sector que hay ayudas y conseguir que se lancen a determinadas inversiones?

Ha habido otros periodos con recesión económica y ha habido más parón económico, pero no existía la incertidumbre actual. La gente no sabe qué hacer porque las inversiones que acometen son a largo plazo y la incertidumbre genera que se echen atrás. Es un tema con el que tenemos que lidiar. Aquí estamos por la labor de ayudar y hay instrumentos administrativos que permiten poder alargar el plazo de ejecución dando prórrogas para facilitar la ejecución.

En Agricultura 4.0, que básicamente es maquinaria agrícola con elementos de precisión, hay solicitados más de 16 millones de euros, que es mucho dinero para la convocatoria en la que no se llegaba a 3 millones de euros convocados. Pero tampoco sabemos si la demanda real será esa, o a la hora de ejecutar las inversiones va a haber gente que se eche para atrás.

¿Es complicado hacer ver al sector que no solo tienen que producir, sino que además tienen que cumplir con determinadas medidas medioambientales?

Las exigencias medioambientales van encuadradas en ayudas directas que se gestionan principalmente desde la Dirección General de Producción Agraria. Sí que es cierto que nuestras ayudas van condicionadas al cumplimiento de requisitos ambientales y se tienen en cuenta a la hora de primar cierto tipo de prácticas agrarias como la agricultura de conservación.

Creo que cada vez más, tanto la sociedad general como el propio sector, entienden que existen unos requisitos ambientales que hay que cumplir y que las ayudas no van ligadas a que tú cultives sino a que tú cultives o desarrolles tu actividad cumpliendo una serie de requisitos. El sector es muy variado pero la gente que entra joven entiende mucho mejor que las ayudas van condicionadas a que se cumplan unas buenas prácticas ambientales.

¿Cuál es la percepción respecto al envejecimiento del sector?

Desde nuestra perspectiva, la incorporación de jóvenes al sector está bastante estabilizada. Nosotros venimos convocando anualmente las ayudas a la incorporación de jóvenes y los solicitantes cada año rondan los 250. Actualmente no tenemos un número en concreto como objetivo a cumplir, pero en la nueva programación sí que hay objetivos en cuanto al número de jóvenes incorporados.

¿Va a haber cambios en comparación con otros periodos?

Va a haber cierta continuidad en general. La línea de incorporación de jóvenes entendemos que es una línea que ha funcionado bastante bien y se mantendrá en sus planteamientos generales. Habrá cambios en ciertos aspectos que no han dado el resultado que se esperaba. En modernización de explotaciones también va a haber continuidad; en la elegibilidad de las inversiones se van a atender prioritariamente las que contribuyan a objetivos concretos, como mejoras ambientales.

En este periodo hay un elemento novedoso, que aún se está gestando, pero que creo que le puede aportar mucho al sector, sobre todo en estos momentos donde se vislumbra una mayor dificultad de acceso al crédito.

En este nuevo enfoque, la administración autonómica actuará facilitando el acceso al crédito, avalando parte del importe de los créditos. Se implementará a través de una herramienta que gestiona el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el instrumento financiero de gestión centralizada. Entiendo que puede ser un elemento muy útil sobre todo para los jóvenes que se incorporan a la agricultura. Éstos tienen más dificultad en el acceso al crédito y con esta herramienta, si la administración está detrás, será más fácil que puedan llevar a cabo su plan empresarial.

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