Poner en marcha nuevos regadíos supone dar salida a las expectativas de muchos pobladores del mundo rural.

Sin agua no hay regadío, sin regadío se limitan las posibilidades productivas de las explotaciones, y sin economía no hay futuro. Lo siguiente es cerrar los pueblos.

Desde el Programa de Desarrollo Rural de Aragón se ha invertido en la puesta en marcha de nuevos regadíos. El mapa, dibuja la mancha en las que las ayudas, sumadas a las inversiones de los propios agricultores, va a mejorar la capacidad productiva de las explotaciones, permitiendo nuevos cultivos y mayores producciones.

El 3,2% del total de ayudas del PDR, se ha destinado hasta finales de 2018 a la creación y puesta en marcha de nuevos regadíos. Aunque las mayores han ido a comarcas como Gúdar-Javalambre, Bajo Cinca y Bajo Aragón, también en Alto Gállego y la Comunidad de Calatayud se han destinado inversiones en este capítulo.