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Ante el nuevo paradigma de las dos velocidades

Existe una técnica casi ancestral en la comunicación, que consiste en la generación de noticias para ocupar un espacio importante en los distintos canales que llegan hasta los lectores, radioyentes, televidentes o ya últimamente, consumidores de redes sociales. Esa técnica, se ha visto desbordada en la ultima década cuando las Redes Sociales han democratizado –por usar un término quizá no muy apropiado– la comunicación. Millones de usuarios se han convertido de repente en emisores de información, con la posibilidad de mostrar al mundo sus habilidades en la cocina o simplemente la foto de su gato. Otros, los más jóvenes, son capaces de organizar el mayor concierto de la historia en un evento/juego como Fornite. Con todo ello, los que se dedican a este cada vez mas apasionante multiverso de la comunicación, asisten atónitos a un cambio de paradigma que se ha llevado por delante incluso el ya antiguo concepto del ¿Qué?¿Quien?¿Cuando?¿Como? y ¿Por qué? con el que se iniciaba la redacción de cualquier noticia.

Todo eso parece haber saltado por los aires. han aparecido las «fake news» (noticias falsas) y en ese río revuelto de la influencia en el que se ha convertido el antiguo arte de comunicar, dos de los tres pilares fundamentales se tambalean.

La aldea global ya esta aquí.

No es algo nuevo. Entre  1960 y 1980, Marshall McLuhan (1911-1980), filosofo, científico, erudito y docente revoluciono con sus teorías lo que se conocía hasta el momento del potencial de los medios de comunicación en la sociedad. Predijo los efectos y la influencia de la televisión nada más nacer, pero l realmente increíble es que vaticinó el impacto y el alcance de internet cuando apenas unos «locos» de la tecnología creían en el invento que ha conseguido revolucionar la forma de entender la información y las comunicaciones. Su aforismo “el medio es el mensaje” se ha convertido en un lema de la estética y las ciencias de la comunicación contemporáneas, ya que, para él, la manera de percibir la realidad está en relación directa con la estructura y la forma de informar, y cada medio está relacionado a su vez con una parte de la psiquis humana.

Un fenómeno urbano

La comunicación ha sido –hasta la aparición de las redes sociales– un fenómeno urbano limitado a empresas con capacidad económica o superdotado a las concesiones administrativas en el caso de las radios y la televisión. Esas limitaciones impidieron durante décadas que el mundo rural fuera visible, salvo en ocasiones puntales como las inauguraciones de pantanos o visitas reales, en la aldea global. Además, esas informaciones estaban tamizadas por el punto de vista urbano, en unas ciudades en pleno crecimiento humano, en la que la comunicación se estaba convirtiendo en un nuevo elemento de influencia.

Y en estas, ¿donde estaba el mundo rural?

A finales de los años 80, la apertura de las frecuencias de radio a municipios, permitió que muchas iniciativas colectivas locales se decidieran a llevar a cabo proyectos de comunicación cuyo foco estaba puesto en reflejar la realidad del mundo rural. La administración tuvo que hacer frente al nacimiento de miles de emisoras rurales donde una publicidad ilegal, no solo financiaba los proyectos sino que daba visibilidad a los emprendedores rurales.

Este fenómeno permitió que lo cercano tomará entidad y aparecieran grupos de comunicación también en el ámbito de la prensa: Vivir (Barbastro), La Comarca (Alcañiz), Inforcomarcal, son algunos ejemplos de como la comunicación puede ser realidad y crear empleo fuera delas grandes ciudades.

En los 90, la irrupción de las nuevas tecnologías democratizó todavía más ese entorno. haciendo la comunicación más fácil.

2020 y el mundo rural.

La comunicación es un fenómeno vivo que avanza con la propia sociedad. Dentro del PDR, la Estrategia de Información y Publicidad –una de las obligaciones del propio programa– tiene como objetivo la transparencia y el conocimiento final de las inversiones realizadas con los fondos públicos.

Durante 2019, un total de 609 piezas informativas han sido las herramientas para difundir la realidad del mundo rural a través de los medios de comunicación y a los más de 5.000 seguidores de la revista digital del PDR www.aragondesarrollorural.es

También durante ese período, se ha puesto especial interés en el género de las mismas, empoderando a la mujer dando visibilidad a su papel dentro del mundo rural.

El equilibro territorial entre las tres provincias es también otro de los objetivos de la comunicación del PDR. Por sus dinámicas, es difícil conseguir la equidad total, pero porcentualmente a los proyectos desarrollados podemos hablar de cifras sostenibles.

La Comunicación  del Programa de Desarrollo Rural busca también la capilaridad en el territorio. Por ello, rebasar las 300 poblaciones de las que se ha reseñado alguna de las piezas informativas, en un objetivos importante de cara a mostrar la diversidad en el emprendimiento rural.

La difusión a través de los medios propios es uno de los objetivos en los que hay que profundizar. En un mundo cada vez más digitalizado, el mundo rural no puede quedarse atrás en la reivindicación de su espacio informativo.

Pero la herramienta fundamental a la hora de convertir la información en interesante para los receptores, es hacerlo a través de las historias de los protagonistas del desarrollo rural. Un aspecto capaz de transmitir una idea nítida de las oportunidades de una parte importante de nuestro territorio.

Como

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