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Este proyecto denominado PesOvi: “Mejora de un sistema de pesaje automático de corderos a partir de dos prototipos existentes, con fines genéticos y comerciales”,  parte de la necesidad que tiene la ganadería ovina de carne de implantar un sistema de control de crecimiento de los corderos y la imposibilidad de hacerlo sin la utilización de dispositivos tecnológicos.

El sector ovino, de gran importancia en el campo aragonés, sufre una alta tasa de abandono y de falta de relevo generacional en buena medida debido a la dureza del trabajo y la desconexión social. Hoy en día,  sabemos, por ejemplos y experiencia,  que cuando un proceso se automatiza o tecnifica, aumenta la eficacia del mismo.  Caminamos hacia una ganadería de precisión a través de dispositivos adaptados que permiten acumular gran cantidad de datos que, una vez analizados, devuelven al usuario las indicaciones para mejorar sus prácticas. Esto redunda en una mayor eficiencia del trabajo, mejora la calidad de vida del ganadero y también de los animales.

Así, la solución pasa por la tecnificación del método de pesaje, cuestión que hoy en día sí es realizable, gracias a los avances tecnológicos y los relativamente bajos costes de estos. En este sentido los socios (UPRA-beneficiario y coordinador, ANGRA, Casa de Ganaderos, CITA y Universidad de Zaragoza) han llevado a cabo con anterioridad  grandes avances durante los cuatro últimos años hasta llegar a dos prototipos basados en tecnología de precisión: las básculas de autopesaje y el sistema Lambscan.

 Ya en 1991 el MAPA en una hoja divulgadora titulada “Control de crecimiento en ganado ovino” de Ignacio García Lara (10/91), describe la importancia y el interés que tiene el control del crecimiento de los corderos. Se citan a continuación las conclusiones de dicho estudio a modo de argumentario que todavía hoy sigue vigente: “Por medio del control de crecimiento seremos capaces de saber la precocidad de cada cordero y la producción láctea de las madres, y también se podrá: – Clasificar las hembras en función de la ganancia en peso entre los 10 y 30 días de los descendientes. – Clasificar los machos en función de la ganancia en peso entre los 30 y 70 días de los descendientes. – Elegir las hembras para el renuevo del rebaño. – Corregir la alimentación, si ello fuese necesario. – Controlar la higiene o el parasitismo”. Señalaba entre otros.

Es de resaltar que en el proyecto participan tres sectores de la cadena alimentaria: producción de corderos y selección genética, industrialización de estos (tecnificación y fabricación de piensos) y comercialización de piensos y corderos. Además, participan dos centros tecnológicos (Universidad de Zaragoza y CITA). A su vez, UPRA como socio beneficiario, colaborará activamente con la Compañía de Instrumentación y Control (CIC) que trabaja con AZASA (Instrumental Quirúrgico y Material Ganadero, S.A.), ambos expertos en identificación electrónica (RFID) animal para el desarrollo tecnológico del nuevo prototipo y para el diseño del nuevo software.

Para ello, el Programa de Desarrollo Rural, lo financia en el periodo 2021-2024 con 150 mil euros.

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